Ilusiones...

 

Ilusiones que descubro a cada esquina,

que me mienten y me roban el aliento.

Ilusiones que consigo cada día,

que me ahoguen en un dulce sufrimiento.

Veo que pasan tan tranquilas e inmutables,

sin remedio, voy, me aferro, a sus caudales.

Son malditas temerarias incansables,

que me arrancan de las manos lo impensable.

No me muero, no revivo,

y al final me quedo libre

donde ni diablo ni ángel

pueden ya ir a rescatarme.

Muero pronto, vivo lento

y al final quedo sin viento

que me siga, que me guíe

me reproche piense en irme.

Sin pretextos, sin excusas,

sólo porque así lo quiero,

Es que me marcho,

es que me llevo,

los recuerdos de contigo

y los besos del olvido.

Y al final, tú y yo no somos,

lo que tú y yo esperaríamos;

y al final no nos queremos,

lo poco que ambos creíamos.

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Eres ángel en mi sueño,

que me goza sin prisa y me cuida con apuro.

Eres diablo de mí dueño,

que me quema en el infierno y desea mi dolor eterno.

Amo ser esclava de mi mentira,

De esta larga vida sin vida,

Aunque en ella se consuma,

lo que antes contigo quería.

Ya no sé si toda quiero,

continuarme mintiendo,

porque entre lamentos y sollozos,

siempre encuentro lo veraz en tus ojos.

Y aunque bueno o malo fuere,

involucrarse en esta farsa,

yo prefiero a ti escogerte,

para a donde quiera llevarme.

Enfrentarnos al dolor de la verdad, nos hace inmunes ante el daño de la mentira guardada.