jueves, 6 de agosto de 2009

Música Divina

Amo la música.

Liquits, Coldplay, Shakira, Mecano, Dashboard Confessionals, Pink, Taylor Swift, Daddy Yankee, Ricardo Montaner, Vicente Fernández…

Pop, Rock, Clásica, Cumbias, Reggeaton, Electrónica, Grupera…

De amor, desamor, despecho, enojo, despojo, tonterías, esperanza, reflexión…

La buena música del género, artista o tema que sea, es bienvenida a mi cabeza, mi compu y mi mp3.

Pero mi música preferida, es la divina.

que ¿cuál es?

Pues ni más, ni menos que la que encuentro en tus labios, cuando cantan sobre los míos; en tus manos, cuando descubren el punto que me hace estremecer; tu cuerpo, que marca el ritmo de nuestro baile; tus palabras, que cuentan la historia de nuestra vida juntos; tu sentido del humor, que le da ese giro inesperado a la canción; tu poesía, que es la tonada de mi corazón.

La música divina es la que realmente amo; en ti la he encontrado…

Te necesito…

Para aferrarme a los días

y disfrutar de la vida,

para encontrar el placer

y perderme dentro de él.

 

Para apreciar esta Tierra

y añorar no haya guerra,

para soñarte entre sonrisas

y sonreír entre mis sueños.

 

Para salir de la oscuridad

y sentirme respirar,

para el futuro anhelar

y en tus brazos llorar.

 

Para esto y para más,

y hasta lo que está de más,

para amarte cada día,

te necesito cada vez más.

Hoy me sentí viva

Me sentí aferrarme al precioso regalo de la vida con todas las fuerzas de mi ser. Sentí que con uñas y dientes escalaba sin parar la empinada montaña frente a mí. Con sangre firmé el pasado y te entrego toda la que dentro de mí quedó.

 

Inmensos brazos que me acogen,

en ellos me hundo sin dudarlo.

Hermosa vida que me entregan,

de ella me baño y me absorbe.

 

Cómeme viva, cómeme entera.

Porque al fin puedo decir que valgo la pena.

 

Y valieron la pena

las noches en vela,

y cayeron en cuenta

al fin de esta tormenta.

 

Paz busqué

y cuando más la necesité

en ti la encontré.

 

Dos veces me has rescatado,

del oscuro pasado.

Quédate esta vez,

en mi piel tatuado.

 

Pues no quieran los días

debilitarme de nuevo

y en extrema agonía

arrancarme de tu regazo.

 

Dios no quiera arrancarme esta paz,

que he rogado sin parar,

que he esperado sin dudar,

que he encontrado sin pensar.

 

Quiero entre tus labios perderme,

entre tus brazos enlazarme,

entre tus penas abrazarte,

y jamás el camino a casa encontrar

porque en tu inmenso bosque me escondo del pesar,

a pesar de perderme en tu mirar,

no me pierdo en ese bello lugar.

 

Sin ti no soy lo que quiero ser,

contigo soy lo que siempre fui,

soy contigo lo que quiero en ti,

somos lo que queramos, sin fin…