lunes, 3 de septiembre de 2012

Un millón de errores

Hubiera esperado un poco más.

Me hubiera lanzado a hacerlo.

Hubiera podido hacer algo?

 

Fui educada bajo la frase: “El hubiera no existe”

Uno comete errores a través de la vida y o evitas cometerlos o lidias con ellos. No podemos evitar cometer errores toda la vida, siendo humanos no hay persona q nunca haya estado en una situación que tiene que mentir para evitar delatar un secreto íntimo de alguien más, o en una que se tiene que escoger entre qué persona beneficiar, o en una que callando se otorga y hablando se pudiera empeorar. No hay bien puro ni mal puro, no hay blanco y negro, sólo diferentes tonalidades de grises, sólo decisiones que se tienen que tomar.

Pero a veces… a veces se desea jamás pasar por estas vergonzosas situaciones, a veces se decide huir descaradamente o enterrar al muerto bajo la alfombra, donde eventualmente alguien se tropezará.

Los errores no se pueden esconder y menos de uno mismo. Son parte de lo que eres y siempre lo serán, por eso el hubiera no existe.

Pero más allá de querer repararlos con una disculpa o con un parche en el corazón… Suelen acecharte en los momentos de mayor vulnerabilidad, recordándote vívidamente esos momentos de desesperación y tristeza al darte cuenta de tu error. Porque un error no es clasificado como tal hasta que uno lo supera. Un error no es un error si la persona lo vive como su estilo de vida, como su filosofía. Un error se convierte en tal cuando la persona mira al pasado y se da cuenta del mal que ha hecho o del mal que pudo haber provocado a los demás o a sí misma.

Lo difícil no es repararlos, lo difícil es superarlos. Y no por esto me refiero a que todo el tiempo vas a vivir con esta carga mirando al pasado cada que el tiempo te deja divagar entre tus pensamientos. Quizá esto te pase por un corto tiempo y de pronto lo recordarás sólo de cuando en cuando y después una vez al año, como dicen, el tiempo lo cura todo. Pero durante todo ese tiempo te estás mintiendo a ti misma. Porque el hecho de ser olvidadiza, no significa que ha dejado de doler la herida. El hecho de distraerte con lo que pasa día a día llamado vida, no significa que tu error deje de ser error.

Sólo habrás superado este error cuando dejes de sentirte avergonzado por él. Cuando puedas hablarlo abiertamente recordándolo como algo doloroso pero a fin de cuentas pasado y sabiendo que no importa que lo hayas hecho, como importa que por ello has aprendido a ser más fuerte, más astuto y más inteligente. Sabiendo que por más que lo sufriste y lo lloraste, ya no podrá volver a dañarte.

Fool me once shame on you, fool me twice, shame on me.

Eso significa APRENDE DE TUS ERRORES. Y lo puedo decir porque he cometido más de un millón que en el momento me parecía imposible superar jamás, desde la primera mentira de niño que te das cuenta que has hecho algo mal, hasta los mil y un errores que puedo contar que aun no he podido superar por completo. Pero todo es un proceso, un proceso que se basa en la aceptación, la reflexión, la apertura y finalmente la superación. Un largo proceso que muchos no saben cómo llevar a cabo, cómo lograrlo.

Por eso hoy sin pena y sin descaro, puedo hablar de mis errores para que alguien más aprenda a conllevar los suyos. Por eso hoy dejo de cargar a mis espaldas tantas piedras tan pesadas. Pero todo es un ciclo y así como dejas unas, tomas otras, y es lo que hay que entender para no caer en la desesperación, para no caer en la impaciencia de la espera eterna por un mundo mejor. No hay un mundo mejor, porque ese mundo mejor ya lo estás viviendo, y lo vas construyendo con cada error; porque consigo cada error trae dos veces más recompensas. Y tu próximo error será un reto más, un obstáculo más, todavía más difícil de atravesar que el anterior, para poder crecer y madurar, para acercarse un paso más a la felicidad.

Si la vida fuera fácil, todos la viviríamos.