martes, 8 de febrero de 2011

Y si no quiero dejarlo?

¿Qué pasa con el mundo si sabes que una pequeña cosa está mal?

¿Qué pasa si dejar pasar por alto ese pequeño detalle?

¿Cuando sabes que deberías pelear por esa pequeña cosa?

¿Cuando sabes si es mejor dejarla ir?

Y si no peleas por algo pequeño en el momento, podría crecer?

Y si lo dejas crecer, te puede consumir?

Y si no peleaste en ese momento y después es demasiado tarde?

Cómo sabes si pelearlo con uñas y dientes?

Si no lo haces, lo hace menos importante?

 

Estoy decepcionada de mí.

El fracaso me lleva a más fracaso inevitablemente, me arrastra a hacer lo que mejor sé, me tienta a hacer lo que siempre hice.

Triunfar no es una opción cuando el fracaso es lo único que jamás conociste.

Quizá soy mediocre.

Pero acaso ser mediocre significa pasar por alto pequeños detalles…

Quizá soy demasiado perfeccionista.

Pero acaso querer hacer las cosas bien está mal…

Ya no sé si en medio se torna más hacia la izquierda o más hacia la derecha.

Quisiera que cualquier opción estuviera bien…

Quisiera estar bien.

Quisiera que las emociones no estuvieran mal.

SENTIR ME HACE VIVIR. SI SENTIR ESTÁ MAL. ENTONCES VIVIR ESTÁ MAL…

si siento demás, significa que vivo demás?

Quisiera que hubiera una escala de Ritcher para los sentimientos, o una forma de medir tu energía como las baterías. Todos caminaríamos con aparatos de colores en la cintura, así te tomarías una píldora roja para calmar tu exceso de sentimientos, cuando se tornara de colores vivos tu pantalla.

“La inteligencia emocional no es ahogar las emociones, sino dirigirlas y equilibrarlas.”

El problema es que no sé cómo se hace eso. Dirigirlas a quién o qué, cuando no hay culpable. Equilibrarlas con qué y cómo? Tal vez me gusta culparme para no culpar a los demás. Tal vez me gusta estar mal conmigo para estar bien con los demás. Aunque nunca le vas a dar gusto a todos…

Nunca voy a acabar de culparme. Pero no sé cómo dejar de hacerlo…

Ni el perdón funciona, ya mi pozo es tan profundo que sólo alcanzo a ver raíces sobre mi… Ni el galope de los caballos llega hasta el fondo de un pozo tan oscuro.

No hay comentarios: