Mientras escribo miro de reojo discretamente a mi celular, que me guiñe un ojo mi reflejo diciéndome que él va a llamar, burlándose, de que de él no he tenido noticias aún. Y por enésima vez pasan por mi mente las imágenes de sus manos vacías luchando por encontrar signos de palpitación en su pobre corazón, luchando por darle vida a éste que me guardo tan recelosamente y que se propuso a conquistar y sólo el lo pudo lograr.
No sé si esto es sano o lo quiero pensar sano, no sé si estoy muriendo, o si sólo estoy matando tiempo, no sé si mi preocupación me llevará a comerme viva, pero a comérmela entera de enojo, sí. Pero la incógnita que más me asalta es no entender como algo que tanto quieres, tanto odio puede profesarte, ¿será que así es un amor perfecto? ¿O que tengo el error de buscarle en la perfección?
Y otra vez abro mi celular y busco dentro de los mensajes las palabras que me calman el alma, tardo en encontrarlas, y cuando lo hago no sé si sea alivio o sea nostalgia, sólo sé me hace añorarte y más en la distancia.
No me gusta estar así, pero no te quiero dejar ir. No me gusta sentarme a pensar en mi vacío al acordarme que finalmente tengo a quien hartar de tantos besos, a quien quemar con tanta pasión, a quien asfixiar de tantos abrazos, a quien hacer sudar de tanto tomarnos de las manos… y no poder hacerlo. No poder tenerte en cuerpo completo y no saber si en alma eres enteramente mío.
Lo peor es no saber si quiero ser enteramente ser tuya, porque quiero por deseo de mi caprichoso corazón, que se aferra a no dejar este amor marchitar, pero no me deja la razón, que me obliga a subyugarme ante el destino y su decisión.
¿Qué será mejor dejar pasar? ¿La razón o el corazón? En el alfabeto la c va antes de la r. Pero esa es la única justificación que tendría para seguir a lo segundo. Porque si algo me han enseñado los años, es que el corazón es lo que nos hace estúpidos.
No hay otra palabra, somos estúpidos cuando los sentimientos reinan sobre la razón. Y aún sabiendo esto, sigo queriendo buscar pretextos para seguir al corazón. No es sencillo controlar la estupidez, no es sencillo lograr no caer. Porque cuando mi estupidez eres tú, para mi no es estupidez...
Quisiera seguirte hasta el fin del mundo,
quisiera amarte con cada parte de mí,
quisiera comerte entero con la vista,
quisiera decirte todo lo que pasa por mi mente.
Pero decírtelo, es arrodillarme ante ti,
Y no sé, si hacerlo cambiarías para bien.
Te quiero tanto que me quedo sin palabras para decírtelo,
te quiero tanto que se me va el aliento cuando te pienso,
te quiero tanto que empiezo a pensar que a nadie quise más,
te quiero tanto que la segunda persona gramatical es para mí la primera,
te quiero tanto que todo te quiero entregar.
Pero soy cobarde…
Acógeme, ámame, bésame, y el miedo se irá.
Tú eres el único que lo puede alejar.
Por favor, no me falles esta vez, aunque todo sea una estupidez...
Love Song – Sara Bareilles
Only Hope – Mandy Moore
Pensé que una palabra aliviaría mi alma, pero al parecer le ha traído más desgracia.
